#83 Silicon Valley Bank
Edición un poco distinta donde os contamos qué ha pasado con Silicon Valley Bank. La semana que viene volvemos con una edición normal donde hablaremos (entre otras cosas) sobre el esperado lanzamiento de GPT4 publicado ayer.
Hot topic 🔥
Si este fin de semana has estado sin cobertura o metido en una cueva, te habrás perdido el pánico bancario más resonante desde Washington Mutual Bank. Hablamos sobre el colapso de Silicon Valley Bank. En solo 36 horas, la institución bancaria de las startups y fondos de capital riesgo de Silicon Valley pasó de ser el principal agente del ecosistema tecnológico, a protagonizar la mayor quiebra desde 2008.
Silicon Valley Bank (SVB), con sede en California, es el decimosexto mayor prestamista del país. En 2021, los depósitos del SVB se triplicaron hasta los $190.000M, gracias al volumen récord en operaciones de capital riesgo que vivimos después de la pandemia. Por lo general, un banco convierte esos depósitos en préstamos a clientes. Pero, debido en parte al auge de la tecnología, no había mucha demanda de préstamos entre los clientes tecnológicos de SVB.
En su lugar, SVB decidió colocar ese efectivo en valores. Para garantizar que todos los bancos cumplen las mismas normas de información, la Reserva Federal les exige que clasifiquen los valores que han adquirido en los mercados financieros. Se distinguen dos categorías: títulos mantenidos hasta su vencimiento (HTM), o títulos disponibles para la venta (AFS).
Cuando un banco clasifica cierta parte de su cartera de inversiones como HTM durante un periodo a largo plazo, se considera que las mantendrá hasta que finalmente se amorticen y devuelvan el capital invertido. En tales casos, se considera que el valor de dichos títulos, en el balance, es el valor al que se adquieren. Por ejemplo, si un banco compra bonos del Tesoro estadounidense por valor de $1.000M y los clasifica como HTM en el primer trimestre de 2023, el valor de esos bonos seguirá siendo de $1.000M al final del trimestre, independientemente de dónde estén los precios de mercado actuales de esos bonos a 31 de marzo de 2023.
Por otro lado, AFS es una descripción más justa (y volátil) del valor de los activos con el banco. Cuando un banco declara una parte de su cartera como AFS, necesita informar del precio real negociado o valorado por terceros de las inversiones al final de cada periodo a sus inversores. En el ejemplo anterior, si el banco compró una cartera de bonos por valor de $1.000M y la clasificó como AFS y el precio de mercado de esos bonos es de $1.300M al final del trimestre, marcará $300M como ganancia no realizada en sus estados financieros.
Los bancos pueden decidir si quieren marcar sus carteras como AFS o HTM, en la proporción que deseen. Sin embargo, existe una norma que siguen todos los bancos a nivel mundial según la cual, una vez que se vende un solo bono de la cartera HTM, se considera como AFS y, por lo tanto, debe valorarse a precio de mercado, con lo que el banco asume el beneficio o la pérdida en sus estados financieros.
Cuando los tipos de interés son bajos, los mercados van bien y el sentimiento general sobre el crecimiento económico es positivo, es probable que los precios de los activos financieros suban y, por lo tanto, los bancos se sientan más tentados a asignar una mayor parte de su cartera a AFS, ya que esto favorece los resultados. En 2020, los bancos marcaron hasta el 75% de su cartera como AFS tras el excepcional estímulo monetario mundial.
Sin embargo, a principios del año pasado las expectativas en torno a los tipos de interés, así como el crecimiento económico en Estados Unidos, empezaron a virar en una dirección adversa y los precios de los bonos empezaron a bajar. Los bancos, que habían acumulado ganancias a precios de mercado en sus carteras de valores, comenzaron a registrar pérdidas.
Las ganancias no realizadas de $39.000M en las carteras AFS de los bancos a finales de 2020 pasaron a pérdidas no realizadas de $31.000M a principios de 2022. Para contener la hemorragia, muchos bancos reclasificaron los valores AFS como HTM, lo que significaba reconocer pérdidas por adelantado, pero protegería los balances de más pérdidas a medida que los precios de los bonos siguieran cayendo. El mayor banco, JPMorgan, redujo su ponderación de AFS al 30% y otros bancos siguieron su ejemplo. En todo el sector, las carteras categorizadas como AFS pasaron del 75% a poco más del 50% a finales de 2022.
SVB invirtió la mayor parte de estos depósitos en valores. Adoptó una estrategia doble: refugiar parte de su liquidez en títulos disponibles para la venta de menor duración, mientras buscaba rendimiento con una cartera de mayor duración mantenida hasta su vencimiento. Sobre el coste, la reserva de AFS de menor duración creció de $13.900M a finales de 2019 a $27.300M en su pico máximo en el primer trimestre de 2022 mientras que la reserva de HTM de mayor duración creció mucho más: de $13.800M a $98.700M.
La mayor parte de estos activos HTM estaban en activos como bonos del Tesoro y bonos hipotecarios. Cuando los tipos empezaron a subir, el valor de estos activos se desplomó. La reducción fue tan grande que, según la valoración a precios de mercado, Silicon Valley Bank era técnicamente insolvente a finales de septiembre. Pero, como eran activos mantenidos hasta el vencimiento, las pérdidas no se registraban en el balance de SVB.
El boom tecnológico se desvaneció y los clientes de SVB empezaron a pedir que les devolvieran parte de sus depósitos. Ni el CEO ni el CFO previeron que los depósitos fuesen a desaparecer tan rápidamente. El problema de Silicon Valley Bank se vió agravado por su base de clientes relativamente concentrada, pues todos sus clientes se conocen y generó un ciclo de retroalimentación. Por si fuera poco, durante este tiempo, el banco no tuvo Directora de Riesgos, quien dejó su cargo en abril del 2022 y no fue sustituida hasta enero de 2023.
SVB llegó a un punto en el que tuvo que vender algunos de los valores para devolver ese dinero a los clientes. No podía vender los activos HTM, porque las pérdidas que acarrearían acabarían por completo con el capital del banco. En su lugar, vendió $21.000M en bonos de su cartera AFS la semana pasada, asumiendo una pérdida de $1.800M e intentando captar dinero de los inversores para compensar la pérdida.
La noticia de que Silicon Valley Bank necesitaba levantar financiación generó terror en los clientes. En especial, porque pocos días antes el sistema bancario estadounidense ya había sufrido un golpe importante con la caída de Silvergate, uno de los principales bancos pro-cripto de Estados Unidos.
El viernes, SVB intentó sin éxito encontrar un comprador, y terminó siendo cerrado por las autoridades regulatorias. El Departamento de Protección e Innovación Financiera de California echó el cierre a SVB y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) asumió su control. Durante el fin de semana, los reguladores estadounidenses trabajaron contrarreloj para ver cómo evitar un posible contagio en el sistema financiero y en el sector tecnológico tras la bancarrota del SVB. El domingo de madrugada, la Reserva Federal de EEUU (Fed) anunció un plan para que todos los clientes del Silicon Valley Bank (SVB) recuperasen sus depósitos, incluidos aquellos cuyos fondos superaban los $250.000. La decisión se extendió al Signature Bank, que tuvo que ser intervenido durante el domingo arrastrado por el desplome del SVB. El lunes, el HSBC compró la filial británica del Silicon Valley Bank por una libra.
Ahora el punto de mira está en First Republic Bank. Tendremos que esperar a ver las réplicas antes de asignarle una magnitud a este terremoto financiero en la escala de Ritcher.
Últimas rondas de financiación 💰
👉🏻 Si eres un fundador de alguna startup, estás buscando financiación y quieres hablar con nosotros para aparecer en el Oasis, respóndenos a este correo.
En el Oasis recopilamos todas las rondas de financiación que se cierran cada semana. Por si no has tenido tiempo de echarle un ojo a las de las últimas 4 semanas, te las dejamos por aquí:
MARZO II - Reformas, alquiler, becas y más.
Hablamos de DeepUll, Bcas, Aquí Tu Reforma, Wilgo.
MARZO I - Oficinas flexibles, audífonos, creación de contenido y más.
Hablamos de StudentFinance, Voicemod, Qbeast, Viva in Vitro, Zityhub, Taxicoin y Audifono.es.
FEBRERO IV - Croquetas, iluminación, rehabilitación y más.
Hablamos de Star Robotics, Väcka, Nuwe, Improfit, Solo de Croquetas, Kumux, Uktena y VIVLA.
FEBRERO III - Contrataciones eficientes, embarazos, seguros y más.
Hablamos de Vitaance, Opscura, Innitius y Cultural Fit.
FEBRERO II - Servicios a domicilio, orientación vocacional, cargadores y más.
Hablamos de Build38, Bloobirds, Snab, Stemdo, Webel, Vega Chargers y Growth Road.
FEBRERO I - Ocio, carteras de inversión, oposiciones y más.
Hablamos de Fever, Twinco Capital, Mlean, Citec Solutions, Domma, CataTuPlaza y Lateua.
Convocatorias abiertas 📆
Primer evento de CreatorsLab de Qonto, donde los emprendedores podrán adquiriri las herramientas necesarias en los primeros pasos para lanzar. El siguiente es el 15 de marzo
Zurich lanza la cuarta edición de su competición mundial Zurich Innovation Championship con la que crear el futuro de los seguros.
Stage2 busca diez startups industriales Industrial Tech en su segunda convocatoria.
Buenas tardes, Muy bien explicado. Por fin, lo entiendo. Enhorabuena!